Algunas de las tendencias de la globalización de las últimas décadas, como la automatización, la digitalización, los centros de llamadas y los procesos deslocalizados, han afectado al trabajador de diversas maneras.
La innovación y la rapidez son las claves del éxito empresarial en un mundo de cambios exponenciales y avances tecnológicos. Estas tendencias del mercado exigirán que tanto las organizaciones como las personas piensen de forma creativa y rápida para romper con estrategias inflexibles y viejos paradigmas que ya no funcionan en un entorno en constante cambio.
La subcontratación y la automatización son estrategias de ahorro que reducen el número de puestos de trabajo, pero los individuos pueden mejorar su empleabilidad asumiendo responsabilidades en cualquier nivel de la jerarquía en la que se desempeñen.
No hay garantía de que se protejan nuestros puestos de trabajo, pero si respondemos como si ya no estuviéramos contenidos en un "silo", trabajando entre disciplinas para que:
En resumen, todos nos convertimos en "ojos y oídos" de la empresa para innovar el cambio en los procesos que gestionamos. Además, todas las personas con las que interactuamos son nuestros "clientes", por lo que consideramos todos los procesos empresariales como parte del proceso global de "ventas".