Se necesita un liderazgo ágil para recorrer caminos difíciles.

5 prácticas de adaptación esenciales para los líderes ágiles

Publicado 30 de julio de 2020

El liderazgo adaptativo ha adquirido un nuevo significado durante este clima actual. Ha desafiado a los líderes a cambiar repentinamente, mental y físicamente, pero también prácticamente. Las métricas que se seguían en febrero para medir la salud de la empresa no son las mismas que hay que controlar hoy. Las conversaciones estratégicas han pasado a ser tácticas. Y los temas delicados que habrían esperado a ser discutidos en persona ahora tienen lugar dentro de una videoconferencia.

Los líderes de todos los niveles están recurriendo a los elementos críticos de su marca de liderazgo para ayudarles a navegar por la incertidumbre diaria. En este momento, la capacidad de desempeñar eficazmente las responsabilidades de liderazgo necesarias a escala en sistemas grandes y complejos requiere la interacción no lineal de prioridades, funciones, políticas y personas. El liderazgo adaptativo nunca ha sido más crítico para influir en la dinámica de forma productiva.

"Los ejecutivos que lideran iniciativas de cambio difíciles suelen ignorar felizmente que se acerca una amenaza hasta que es demasiado tarde para responder".
~Ronald Heifetz, creador de la teoría del liderazgo adaptativo

Competencias de liderazgo del momento 

Aunque no sabemos qué será diferente al otro lado de esta crisis actual, sí sabemos que será transformadora, cambio adaptativo se habrá producido a un nivel profundo. Los líderes verdaderamente ágiles deben comprender el cambio necesario en su contribución, pasando de impulsar los resultados a través de la influencia práctica a convertirse en:

  • Arquitectos del cambio
  • Desarrolladores de sistemas y organizaciones flexibles
  • Estrategias empresariales
  • Mitigación de riesgos
  • Creadores de valor

Estas competencias específicas de liderazgo exigen buen juicio, un sofisticado y valiente don de gentes, capacidad de pensamiento estratégico y una serie de otros activos valiosos y poco frecuentes.Y lo que es más importante, son fundamentales para el momento en que nos encontramos. Las siguientes cinco prácticas esenciales de adaptación sirven como punto de partida para los líderes ágiles:

  1. Aceptar que el libro de jugadas no tenía este escenario 

La capacidad de un líder para tolerar la ambigüedad, y no actuar o reaccionar de forma instantánea, puede ser especialmente desafiante para aquellos con expectativas entrenadas para obtener resultados instantáneos. Como líder ágil, es crucial comprender cómo los acontecimientos de hoy afectarán a los planes de mañana. Ajústese a los verdaderos retos empresariales del momento, reconociendo que las métricas con las que antes dirigía ya no son aplicables.

  1. Utilizar la inmediatez de esta crisis como "caso práctico" de enseñanza 

Como líder ágil, no hay mejor momento que el presente para desarrollar a su gente con aplicaciones del mundo real. Utilice la fluidez de esta crisis para escuchar diferentes perspectivas. Gestione los conflictos que surjan mediante una comunicación coherente, aportando contexto y conocimiento a las decisiones. Sea un modelo de responsabilidad aceptando su parte de responsabilidad por lo que ocurra, lo bueno, lo malo y lo feo. Este ejemplo establecerá las expectativas (y dará permiso) para que los demás lo sigan.

  1. Aumentar el aprendizaje, el intercambio y el apoyo entre iguales 

En momentos sin precedentes como éste, la colaboración y la alineación del equipo en todas las funciones son increíblemente importantes. Cree una salida para reunirse con otros líderes para discutir las incógnitas, compartir las preguntas que se hacen y hablar con franqueza sobre lo que funciona y lo que no. Busque el futuro alternativo, y posiblemente mejor, que el desafío actual abre y comprometa a su gente en la definición del cambio para alcanzar ese futuro. ¿Puede su organización emerger aún más fuerte y más rápidamente alineada con su futuro de lo que hubiera sido posible sin la interrupción?

  1. Desafía tus suposiciones saliendo de tu zona de confort intelectual y emocional

Dirigir ahora mismo es una poderosa experiencia de aprendizaje que seguramente pondrá en tela de juicio las propias suposiciones y rutinas. El liderazgo adaptativo implica movilizar a los demás para que formen parte de la solución, para que compartan el riesgo/recompensa y para que fomenten la apropiación del papel individual y los resultados producidos.

  1. Incorporar tiempo y estructura para la reflexión y la atención plena 

El liderazgo ágil en tiempos de crisis significa digerir las experiencias que uno tiene y conectar conscientemente los puntos, para que las lecciones perduren más allá de este momento. Incluso en este entorno siempre cambiante, no se puede pasar por alto el tiempo y la atención reflexiva, a solas o en conversación con un mentor, un compañero o un entrenador. Planifica el tiempo para estar preparado para lo que te depare el futuro.

Ronald Heifetz, que introdujo el modelo de liderazgo adaptativo con Marty Linsky, lo define como el acto de movilizar a un grupo de individuos para que afronten retos difíciles y salgan triunfantes al final. La crisis actual requerirá un esfuerzo trascendental y no será fácil. El desarrollo de estas cinco prácticas esenciales de adaptación permitirá a los líderes y a sus organizaciones capear mejor ésta y futuras tormentas, saliendo más fuertes que antes.

 

Escrito por Kim Bohr

Director de Operaciones y Jefe de la práctica de Organizaciones Eficaces en Waldronuna CPIempresa

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